Volviendo al tema de los memorandum de que hablaron en su día acerca de la no expansión hacia el este y que los rusos invocan cada día para denunciar el incumplimiento occidental de sus compromisos, resulta muy interesante leer la declaración que emitió el ministerio de asuntos exteriores rusos hace un par de días en relación al Memorandum de Budapest:
05.12.2024 15:13
Comentario ofrecido por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, con respecto al 30º Aniversario de la firma del Memorándum de Budapest
2367-05-12-2024
El 5 de diciembre de 1994, hace 30 años, en Budapest, fue firmado el Memorándum sobre Garantías de Seguridad con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado sobre la No Proliferación Nuclear, conocido como el Memorándum de Budapest.
En condiciones de una campaña de desinformación lanzada por el régimen kievita en relación al aniversario en cuestión y las insinuaciones jurídicamente insostenibles acerca de la supuesta violación por Rusia de los compromisos derivados del documento en cuestión, nos gustaría llamar la atención a lo siguiente:
Cualquier acusación tergiversa de manera deliberada los contenidos y la esencia del Memorándum y no es otra cosa que un elemento de la propaganda antirrusa.
El Memorándum no representa un Tratado Internacional y no genera derecho ni compromisos en el marco del Derecho Internacional, no hace a las partes firmantes, incluida Rusia, asumir compromisos jurídicos adicionales, además de los existentes en el momento de su firma.
[Genial. Los Memorandum se tienen que cumlir sólo cuando lo dicen ellos]
El Memorándum de Budapest fue aprobado en relación a la adquisición por Ucrania del estatus no nuclear y, por lo tanto, a su adhesión al Tratado sobre la No Proliferación Nuclear en calidad de Estado que no disponía de armas nucleares. Dicho documento representa un elemento de compromisos políticos que imponen determinadas obligaciones a todos sus participantes por igual. Tras haber aprobado este paquete de acuerdos políticos, Rusia durante todos los años posteriores cumplió a rajatabla los postulados de los documentos firmados.
EEUU y una serie de países miembros de la UE actuaron de una manera bien distinta. Obviaron burdamente la soberanía de Ucrania, injiriendo en sus asuntos internos y externos e intentando a toda costa imponerle a su población una única opción, la orientada a Occidente. En contra del estatus de Ucrania que de entrada era neutro se le arrastró a diferentes esquemas de enfrentamiento a Rusia como parte de algún bloque, para lo cual se manipuló con cinismo los ánimos rusófobos y nacionalistas de una parte de la población. Precisamente las actividades destructivas promovidas durante años por Occidente que fomentaron al máximo las discrepancias que existían dentro de la sociedad ucraniana pusieron en peligro la propia existencia de Ucrania como un Estado unido y con capacidad legal.
Los acuerdos de 1994 fueron minados por la política desestabilizadora llevada a cabo por Washington y sus aliados y orientada a una irrefrenable ampliación de la OTAN y la explotación militar y política del espacio postsoviético, en detrimento de los intereses fundamentales de la seguridad de Rusia. Ello contradice por completo a los contenidos del paquete de documentos de Budapest. Así, la Declaración conjunta de los líderes de Rusia, el Reino Unido, EEUU y Ucrania aprobada junto con el Memorándum, contiene postulados muy afines al principio de una seguridad paritaria e indivisible y se expresa la adhesión a los principios colectivos y libres de discriminación en la vertebración de la arquitectura de la seguridad europea. Todo ello fue obviado.
Durante muchos años, la propia Kiev no cumplió con sus compromisos derivados de los Acuerdos de Budapest, en concreto, aquellos que, acorde con la cita literal de la mencionada ya Declaración de los líderes de los cuatro países, suponían “la lucha contra el crecimiento de un nacionalismo y chovinismo agresivos”. En Kiev se alentaron abiertamente las manifestaciones del nacionalismo en sus formas más radicales. La glorificación de los criminales nazis se convirtió en parte de la política y la ideología estatales en el país. A los representantes de las ideas ultranacionalistas se le invitaba a participar en acciones punitivas llevadas a cabo en el este de Ucrania. Ello únicamente reforzó la determinación de luchar entre la población que honra la Victoria contra el nazismo de Hitler y de Bandera. El deseo de defender las convicciones que eran fruto de la Historia y sus intereses originarios instaron a los habitantes de una serie de provincias ucranianas a ejercer su derecho a la autodeterminación.
De esta forma, la pérdida por Ucrania de su integridad territorial fue resultado de procesos internos centrífugos provocados por una influencia occidental externa y desestabilizadora, con lo que ni Rusia ni sus compromisos derivados del Memorándum de Budapest no tienen ni la más mínima relación. Los postulados del Memorándum no son aplicables a circunstancias externas que son fruto de factores políticos internos, sociales o económicos.
[Pues igualmente, justo lo que yo decía hace unos días, los postulados de los memorándum sobre la no expansión hacia el Este no se pueden aplicar cuando las circunstancias externas han cambiado sustancialmente fruto de factores políticos internos y externos, como son:
Desaparición de un estado que significa parte del orden mundial
Aparición de nuevos estados soberanos
Nuevos elementos del desarrollo político y social que genera un deseo explícito de pueblos enteros de preferir un cambio de influencia extranjera (No queremos seguir bajo el yugo soviético ni ruso, queremos quedar bajo el paraguas Europeo o de la OTAN).
La injerencia rusa mafiopolitica es evidente sobre los países ex pacto de Varsovia, y ello es tan evidente como que Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Malta, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Rumanía, Bulgaria han hecho este viaje de “liberación”…
A su vez, Rusia ni en Budapest en 1994 ni posteriormente asumió el compromiso de reconocer los golpes de Estado ni forzar a provincias de Ucrania a continuar formando parte de la misma, en contra de la voluntad de la población local.
En función del Memorándum, Rusia, entre otros pasos, confirmó con respecto a Ucrania su compromiso de no utilizar ni amenazar con el uso de las armas nucleares a Estados no nucleares,
Es el “colmo de la Audacia” como decía Linda Thomas-Greenfield cuando Rusia estaba invadiendo Ucrania diciendo que no estaba invadiendo Ucrania…
Escriben que Rusia no amenaza con el uso de armas nucleares cuando lleva meses y años amenazando a la comunidad internacional con el uso de aramento sofisticado nuclear y no nuclear contra ellos: UK, Francia, EEUU, Ucrania, Italia, Europa… es más, fue tal su audacia que amenazaba con que Rusia estaba redactando una lista de países enemigos a los que en su momento se castigaría debidamente…
Realmente sorprende ver hasta qué punto la tontería de Duguin de decir que su verdad cultural es diferente de la occidental lleva al incumplimiento diario del lenguaje de la lógica más elemental sin el cual ni Rusia, ni ninguna otra dictadura del mundo, puede llegar a la verdad utilizando el lenguaje. Son prisioneros de sus trampas y es imposible que transmitan nada parecido a la verdad.
No tengo ninguna duda de que peligramos gravemente si creemos que pactaremos con ellos en los términos actuales.
teniéndose en cuenta las condicionantes técnicas estándar. Dicho compromiso fue cumplido de manera invariable y estricta y se sigue cumpliendo plenamente.
Al mismo tiempo, no pueden menos de provocar preocupación las declaraciones de algunos representantes del régimen kievita que no solo hace cuestionarse la viabilidad del Memorándum de Budapest, sino que pueden ser interpretadas como intención directa de revisar el estatus no nuclear de Ucrania. Dicho paso desestabilizador entraría en contradicción con los compromisos de Ucrania derivados del Tratado sobre la No Proliferación Nuclear y minaría burdamente la integridad del régimen de la no proliferación, creando riesgos inaceptables para la seguridad internacional. El grupo delictivo instalado en Kiev no desdeña tampoco el llamado chantaje nuclear formulando ultimátums del siguiente tipo: Ucrania bien debe formar parte de la OTAN bien debe tener a su disposición armas nucleares.
No hemos dejado pasar desapercibidas las declaraciones de algunos políticos y funcionarios occidentales que proponen devolverle las armas nucleares a Kiev. Durante su rueda de prensa del pasado 28 de noviembre, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin señaló lo siguiente: “tales declaraciones únicamente las pueden hacer personas insensatas que no asumen la responsabilidad por nada y no se sienten responsables en absoluto por el futuro de sus países y del mundo en general”. En caso de serle entregadas realmente al régimen kievita las armas nucleares, ello representará una violación directa de los compromisos derivados del Tratado sobre la No Proliferación Nuclear por parte de quienes osen hacerlo.
Por supuesto, Moscú se propone no permitir que se haga realidad ninguno de los guiones arriba mencionados. Para nuestro país, es completamente inadmisible que el régimen kievita llegue a tener armas nucleares.
Dadas las declaraciones beligerantes y pasos agresivos y antirrusos dados por los países occidentales que continúan avivando la confrontación que ellos mismos provocaron en el marco de la crisis ucraniana, hemos de alertar de los riesgos de un directo enfrentamiento militar de dos potencias nucleares y, por lo tanto de sus secuelas potencialmente peligrosas, así como enviar señales muy concretas que hagan entrar en razón. Rusia no le amenaza a nadie con las armas nucleares y cualquier aseveración discrepante representa una deliberada mentira antirrusa.
De nuevo lo mismo… ESTAMOS AMENAZANDO AL MUNDO ENTERO CON ARMAS NUCLEARES COMO HEMOS VISTO Y OÍDO DURANTE MESES EN REPETIDAS MANIFESTACIONES DE PUTIN, AUNQUE EN OTRAS LO NIEGUE... Y DICEN QUE NO ES CIERTO Y QUE ES UNA MENTIRA ANTIRRUSA DECLARARLO!!!!!! AUDACIA EN GRADO SUMO, NO SÓLO DE HACER ESTAS COSAS, SINO NEGARLAS MIENTRAS LAS HACEN ANTE EL MUNDO ENTERO.
Nos tomamos con la máxima seriedad y responsabilidad la política de la disuasión nuclear. Sí, ya lo vemos. En la medida en que van evolucionando los documentos doctrinales de Rusia, mantienen su carácter exclusivamente defensivo y, al igual que antes, definen con mucha precisión las circunstancias, en las cuales Rusia se reserva el derecho de usar las armas nucleares. Las declaraciones oficiales de Rusia sobre el problema en cuestión se mantienen en el marco de estos postulados y corresponden plenamente con los compromisos asumidos por nuestro país a nivel internacional. No es la lengua de las amenazas, sino la clásica lógica de la disuasión.
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